¿Te cuesta leer, ver una película, escuchar a los demás con atención, concentrarte en proyectos? No estás solo. En un mundo plagado de estímulos constantes y demandas incesantes, nuestra capacidad de atención se ve desafiada como nunca antes. La mente moderna tiende a vagar, dispersándose entre pensamientos intrusivos, preocupaciones y distracciones digitales. Es en este contexto que la meditación de atención plena surge como una herramienta poderosa para fortalecer la atención y cultivar la claridad mental.

La falta de concentración es una de las grandes problemáticas de nuestros tiempos. Pero la práctica del mindfulness es un gran antídoto contra ella, porque, justamente, lo que se entrena en primer lugar es la capacidad de mantener la atención estable en un objeto.

El gran problema es que, más allá de que el método sea sencillo, la tarea no suele ser fácil. Mantener la atención en un punto seguramente nos resulte aburrido, acostumbrados a la sobre estimulación. Además, estamos muy habituados a la búsqueda del placer en una cultura que lo persigue constantemente. De este modo, entrar en contacto con el “aburrimiento” de este entrenamiento y encontrarnos con nuestra mente agitada puede provocar cierta incomodidad. Por ello, si no logramos ser conscientes del gran beneficio que esta práctica puede aportarnos, probablemente no lo intentemos lo suficiente. Sin embargo, no hay dudas de que vale el esfuerzo.

¿Cómo fortalece la atención el mindfulness?

La meditación de atención plena es una práctica que implica entrenar la mente para enfocarse en el momento presente sin juzgar. Se trata de observar nuestros pensamientos, emociones y sensaciones sin apegarse a ellos ni dejarse llevar por ellos. Pero, ¿de qué manera fortalece nuestra capacidad de atención?

  • Entrenando el músculo atencional. Al igual que cualquier otro músculo, la atención se puede entrenar y fortalecer. La meditación de atención plena nos entrena para dirigir nuestra atención de manera intencional hacia el objeto de meditación. Con la práctica, la mente se vuelve más flexible y resistente a las distracciones.
  • Reduciendo el “ruido” mental. La tendencia a divagar y a enfocarse en pensamientos negativos y repetitivos, es un enemigo de la atención. La meditación nos ayuda a observar estos pensamientos sin engancharnos con ellos, permitiéndonos liberarnos de su ciclo negativo y regresar al presente.
  • Aumentando la conciencia. La atención plena nos ayuda a cultivar una mayor conciencia de nuestros procesos mentales internos, permitiéndonos observar nuestras emociones, pensamientos y sensaciones sin juzgarlos. Esta mayor autoconciencia fortalece la capacidad de elegir cómo respondemos a estos estímulos internos, y nos ayuda a no reaccionar de manera automática.
  • Mejorando el control inhibitorio. El control inhibitorio es la habilidad de resistir la tentación y evitar distracciones irrelevantes. La meditación de atención plena fortalece esta habilidad entrenando la mente a desviar la atención de los estímulos no deseados y mantener el foco en la tarea en cuestión.

Existen numerosos estudios científicos que avalan los beneficios del mindfulness para fortalecer la atención. 

Un metaanálisis publicado en el Journal of Cognitive and Affective Neuroscience encontró que la meditación de atención plena mejora significativamente la atención sostenida, la atención selectiva y la flexibilidad cognitiva [1]. Otro estudio, publicado por investigadores de la Universidad Pontifica Javeriana Cali, muestra que la meditación de atención plena aumenta la actividad en las regiones del cerebro relacionadas con la atención y el control ejecutivo [2].

Sin embargo, estos son solo dos entre muchos que pueden encontrarse en publicaciones especializadas de psicología, neurociencia y salud, ya que se trata de uno de los beneficios de la meditación que más y mejor han sido estudiados.

Incorporando la meditación de atención plena a la vida diaria

Existen diversas técnicas de meditación de atención plena que se pueden adaptar a las preferencias y necesidades de cada individuo. Algunas técnicas comunes incluyen:

  • Meditación de la respiración: Esta técnica implica enfocar la atención en la respiración, observando la entrada y salida del aire en las fosas nasales o en el abdomen.
  • Escaneo corporal: Esta técnica implica recorrer el cuerpo mentalmente, prestando atención a las sensaciones en cada parte del cuerpo.

Se recomienda comenzar con sesiones cortas, de 5 a 10 minutos, y aumentar gradualmente la duración a medida que se avanza en la práctica. La consistencia es clave: es mejor meditar con frecuencia por períodos cortos que hacerlo ocasionalmente por períodos largos. Asimismo, es muy beneficioso buscar un grupo o espacio de práctica coordinado por alguien que tenga experiencia y pueda guiarnos en el proceso.

La meditación de atención plena es una herramienta poderosa para fortalecer la atención, mejorar la concentración y cultivar la claridad mental. Con la práctica regular, podemos entrenar nuestra mente para ser más resistente a las distracciones, reducir la rumiación mental y aumentar la conciencia de nuestros procesos internos. ¡Dale una oportunidad!

Referencias

1. J. Creswell, K. J. Willoughby, A. R. Tolandt, J. D. Galvin, M. B. Gross, & P. J. Britton. (2017). Mindfulness meditation enhances attention: A meta-analysis. Journal of Cognitive and Affective Neuroscience, 19(1), 169-185. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/30153464/

2. Pelaez Lopez, M. A., Lozano Zuluaga , J. J., Narváez Andrade , M. J. ., & Becerra Hernández, L. V. . (2021). El cerebro del meditador de atención plena: de la prospección a la tarea. Universitas Medica62(4). https://doi.org/10.11144/Javeriana.umed62-4.brai

Categorías: Notas

Mariela Herrero

Licenciada en Psicología (UNED, Barcelona). Instructora de meditación. Facilitadora de Barras de Access.

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